martes, 22 de abril de 2014

# Madrid.

Ven y desnúdame y desdúdame,
ven y hazme el amor y la guerra,
y no escatimes en detalles,
de ti lo quiero todo desde que te conocí,
y eso que ya no conozco ni la mitad de tu mitad,
de tu mitad.
Ven.

Me miraste como se mira un recuerdo,
y nos acabábamos de conocer,
quizás fuera amor a primera vista,
o a secas, amor,
y no me arrepiento de nada,
excepto de todo el tiempo que,
por una cosa o por otra,
no he podido pasar contigo.

No te estoy escribiendo
porque quiera saciarme de ti,
sino porque quiero saciarme de olvido,
y volver, si es posible,
cuando nos mezclemos tu sonrisa,
Madrid, y yo.

Madrid, últimamente pienso mucho en Madrid,
y en los dos mil colores de la ropa que me pongo,
y que te pintaría en el cielo,
y que te regalaría en un ramo de flores
y en tantos orgasmos como pudiera.

Últimamente también pienso mucho en ti.

Últimamente pienso tanto que os mezcláis Madrid y tú,
y qué quieres que te diga, qué desorden de vida más bonito.