domingo, 7 de septiembre de 2014

# Los viajes inauditos.

Y si este verano voy a Italia... ¿Qué hago con todas las fotos que teníamos que hacernos de la mano, con los besos en los puentes de Venecia que ya no vamos a darnos, con los paseos por Roma, con las farolas del camino al hotel?, ¿qué hago con las canciones del avión y los desayunos en una terraza de Pompeya, y con los vídeos riéndonos antes de entrar a unas ruinas o a ver el Coliseo?, ¿qué hago con todas las veces que no voy a volver a escuchar tu risa, con el vacío de entre mis dedos porque no llegan los tuyos kamikaces a besarlos?, ¿y con el dolor extraño de esa forma tuya de no decirme ya "te amo", por error y sin cuidado?


¿Qué hago si no me gusta este destrozo de vivir sin ti, sin los besos en el cuello, sin que me acaricies la espalda, sin que me llames guapa antes dormir?

Si me voy a Italia, ¿qué hago con las ganas de dormir contigo, y con todas las explicaciones que tenía que darte de arte en cada rincón del viaje, y con las gorras y los turistas, y los infinitos pestañeos sobre tu hombro descansando después de 12 museos a las 18:30 y con los 8122013 minutos metiéndonos mano en la terraza de la habitación antes de follarnos con el corazón en las manos?

No puedo, pero te echo mucho de menos.
Más que tú a mi, ya lo sé, no te preocupes.
Ya sabíamos que esto iba a pasar... Eres mi bucle favorito, y ya nos sabemos los dos la dinámica de los bucles.

Por favor, si me lees, 
dile a mi chico de ciencias,
 que la chica de letras, 
yo, 
siempre más.
(Más,más,más,más).
Y que espero que sea feliz.

Muy feliz.