miércoles, 29 de abril de 2015

# El ramo de flores y el metro.

Soy la chica de las flores en el metro.
A la que le sigue pareciendo preciosa tu boca aunque no me dijera adiós y sin avisar ya estuviera besando otras bocas.
A la que le sigues pareciendo guapo y un cabrón con suerte que no sabe lo bonito que es verle sonreir.
Sigues siendo la droga más cara de la ciudad. El que me volvía loca, y yo a la que volvías cuerda y no dejabas que se ahorcara.
Yo me habría ahorcado entre tus dedos.
He tardado cerca de diez minutos desde Plaza de España hasta Moncloa, mi ramo de flores amarillas y yo, y cerca de 5 años en reconocer que te tengo vértigo.
Que somos un imposible que se me derrite en la boca si te pienso.
Un bucle.
Un ramo de flores.
"No hay peor matáfora de la esclavitud que un ramo de flores, ni mejor metáfora de la libertad que haberlo perdido todo".

miércoles, 8 de abril de 2015

# Diario del asesino. Página 100.

Me miré en el espejo y lloré, era yo la del reflejo pero yo no estaba allí. Esos no eran mis ojos ni mi cara, no me entendía, no me sentía.
Había estado toda la noche despierta pensando en lo que hice ayer. Un secreto oscuro y horrible que acabaría en una tumba literal y metafórica. Nadie debía enterarse.

Fue solo una vez. Estaba todo controlado. Solo fue un instinto, un impulso, un deseo desgarrador que necesitaba culminarse.
Eso dije ayer. Pero hoy lo he vuelto a hacer.

Estoy mirando a una persona que viste mi cara, que luce mi cuerpo, verbaliza mis pensamientos con mi propia voz, pero esa no soy yo.

Yo he sido ambas. Yo he sido todas y ninguna. Yo he matado a más de cien personas y todas eran la misma.

Apago la luz, cierro la puerta.


jueves, 2 de abril de 2015

# Cuaderno de bitácora.

“Ese es mi problema, no quiero odiarte...
Porque si te odio, entonces no me queda nada."
Las almas gemelas llegan, lo destrozan todo y se van. Te quitan la venda de los ojos de un guantazo y te dejan. Te tiran los muros, te dejan desnudo, y no vuelven. Así de simple, no vuelven... Jamás.
La felicidad de quienes quieres es preciosa, la lástima es tener que irte para que la alcancen. Llegas, los impulsas, y te vas. Te vas porque no quieres ver más. Es suficiente con verles volar. No quieres que te lleven detrás, ni con ellos. Te vas lejos para dejarles disfrutar sin tu peso... Y ellos te odian por ello, por no quedarte, te guardan rencor, hay desconfianza. Es lógico. Es natural y humano.
Sonríes a lo lejos y te alegras de verdad por ellos, es lo lógico. Lo natural. Lo humano... Duele pero es cierto.
Mientras ellos avanzan, tú te quedas clavado en un mismo lugar, en un mismo momento, y el bloque de cemento que te aprisiona se deja arrastrar por el tiempo.
Y ellos ajenos, que se piensan que ni te acuerdas de cada detalle. De cada gesto, son felices así, pensando que te fuiste por egoísmo, por hipocresía... Y se lo agradezco. Me gusta que rían, que sueñen, que vuelen. Son libres. No hay nada mejor que eso.
El problema es que no tienen ni idea de cómo pensaste tantas veces, "esto no lo cambio por nadie", mirándoles. Escuchándoles.
Pero no sé quedarme.
El problema es que no sé quedarme y que nunca estoy conforme, el miedo tira desde abajo y yo me rindo.
No quiero destruir sin querer lo que más quiero, lo que me hace feliz, así que desaparezco.
Me voy y lo rompo yo sola.
Hundo mi barco y me quedo dentro.
Es como estar ahogándose mientras ves desde el fondo a todo el mundo nadando en la superficie.
Y se acaba la película. Tú sonríes y se va la luz.
Desde y en el fondo, os echo de menos. 
Ax4.
Cx1.
Jx1.

-Fin de los créditos, 
porque yo no necesitaba nada más-.


"El hombre es el único ser que tiende a su propia destrucción."