jueves, 22 de octubre de 2015

# Los mismos ojos, la misma luz.

Girar a tu al rededor es recorrer el mundo,
y desde que te has ido no he vuelto a encender la luz.

Siento que mi vida es una red de mentiras
un escaparate de cuerpos donde aparecen todos menos yo,
una hoguera llena de rabia,
una necesidad de aceptación
que empieza desde dentro.

Estoy tan vacía como los ojos de cristal,
como una botella debajo de un puente,
soy la vertiente mala de todas las cosas.
Lo que nadie quiere.

Y luego llegas tú,
con tu sólida mirada de estatua,
de persona fuerte,
tu canción en las manos
tocada por tus dedos de lira,
los susurros entonados por la guitarra
de tus cuerdas vocales...
Eres un mensaje encriptado,
escrito en braile,
código morse.

Mi pentagrama,
y yo llena de silencios.

Te echo de menos con la fuerza de quien
ya no echa de menos nada más.
Te quiero como se quieren las cosas que no deben acabar,
con alevosía y nocturnidad
y llena de intentos fallidos destinados a morir...

Tengo una vida preciosa por destrozarme,
y partiré la tierra en dos con tal de verte reír.

Desde que te has ido no he vuelto a encender la luz.


lunes, 19 de octubre de 2015

# Llegar a veces es volver.

¿Cómo le explicas a los autobuses que todos los trayectos deberían acabar en su boca?
Que su pelo es dulce y su pecho mi cama,
que extraño esos ojos
y las manos
y el aliento que se le escapaba.

Es la terrible forma que tiene la magia
de echarte en cara que después de tanto tiempo,
era cierta la quimera que sembró esa sonrisa.

¿Cómo se sobrevive a una horda de días después de un Sábado en el sueño cumplido?
Que la cama huela a espalda,
que cada rincón de este agujero
aún tenga su nombre clavado,
el singular tono de su voz.

Es tan magnífica esta anagnórisis,
esta dulce esquela de la espera...
La asfixia por el beso,
y el beso por el temblor.
Temblar bajo tus átomos,
filtrarte por mis heridas y curarme.

Hacía mucho que no hablábamos de la magia de tus dedos
tocando la guitarra que son mis caderas y que nunca tocabas
y que ahora has tocado y que ahora te esperan...
"Llevo tiempo sin escribir
porque desde hace días 
lo que hay
entre el papel y yo
me importa una mierda
si hablamos de
lo que separa su boca
de la mía"




martes, 13 de octubre de 2015

# Bookman.

Las historias más dolorosas no son las que se viven,
esas dejan recuerdos que puedes palpar con la misma facilidad con la que agarras una manzana,
puedes traicionarte a sabiendas y cambiar de color todo lo que fuisteis,
puedes serle fiel o infiel según prefieras a toda esa historia,
sí, claro,
claro que puedes,
puedes jugar con ella como quien juega con un animal,
puedes llamar a la bestia desde la distancia y amamantarla con todo tu cariño.

La gente le llora siempre a los cadáveres, a las historias que ya no forman parte de nuestras vidas,
y yo nunca lo he entendido.
Llórale al vivo, que el muerto ya está frío...
Y soy consciente de que sólo me va a entender quien tenga una historia sin acabar,
pero terminada.
Aparentemente.

Es como cerrar un libro sin leer la última página,
prefieres cortarte mil veces al pasarla
que no saber cómo acaba.



-¿Qué te pasa?
+Es que no me lo esperaba... Nunca me han regalado una rosa...
-Pues ya tienes la primera, guárdala.
[28 de Octubre de 2010]

La sigo teniendo.


lunes, 12 de octubre de 2015

# Cartografía.

Naufragar entre tus vértebras,
saltar de cabeza y cruzar a nado
los ríos de tus venas...
Oxigenar la misma carne que a mi
me hace soñar.

Lamer tus nervios,
perder la cuenta de los días
recorriendo tus doscientos seis huesos...

Resucitar.

Varar entre las líneas de tus labios
y entre ellos,
tantas veces como cráteres en tu cuerpo,
todos los días,
con tus destellos.

Quiero todos tus puntos cardinales,
tus ángulos agudos,
y mirarte desde lejos
sabiendo 
que no
te estás 
yendo.

Quiero poliédricamente hablando,
estudiarte de todas las maneras subjetivas
en las que pueda encontrarte.




domingo, 11 de octubre de 2015

# Alguien como yo.

El día que te merezca
seré una persona increíble.
El día que te merezca seré,
de lo bueno, lo mejor.

Me admirarás casi tanto
como yo a los poemas que no escribes,
me envidiarás casi tanto como yo a ti hoy.

Los pajaritos dejarán de cantar babosadas,
las nubes se levantarán cachondas perdidas y
nos mojarán a todas las bragas.
Las vírgenes suicidas
abandonarán sus dos vocaciones
de un polvazo y sin dilación
y les molestará a todos ellos en la entrepierna.

El día que te merezca,
te llamaré.
El día que te merezca,
quién sabe donde estaremos.

Todo esto el día que te merezca,
todo esto el día que tú te merezcas

a alguien como yo.


jueves, 8 de octubre de 2015

# No me jodas.

Hoy Madrid huele a no me compares con nadie,
a la insatisfacción en los espejos y la ausencia de pilares.

Que me matan las ganas de comerme el mundo si empiezo por tu boca, 
no me jodas, 
insaciable, 
quererte es echar amor a un saco roto.

No estoy haciendo nada malo,
quiéreme menos y quiéreme mejor,
no bautices esto aún como naufragio.


domingo, 4 de octubre de 2015

# Leyes fundamentales.

El día que nos conocimos fue como un relámpago,
el cielo estaba ardiendo como fuegos artificiales.

Solíamos besarnos toda la noche.
Nos conducíamos a la locura cada vez que nos tocábamos,
y ahora eres tú el que me llama loca.
Loca, pero sigo pareciéndote preciosa.

El cielo ardía y era de noche,
así que las estrellas se compraron palomitas
para ver cómo nos follábamos bajo la luna,
y nos corrimos vivos
y llenamos de nieve y de rocío
todo lo que nos rodeaba
hasta morirnos.

Descubrimos la erótica extremada
y desmedidamente intensa de asumir,
de mirar de reojo,
de morder flojito…
Dentro de ti moría el miedo
y la capacidad de sufrir,
y entonces entendí,
que lo único urgente en esta vida,
es vivir.

Las medias noches,
contigo se volvieron enteras,
aprendí a echarte de menos
odiando a todos los relojes,
contemplando los azotes de tus manos
que aún tengo señalados,
prendiendo las hogueras,
revistiéndome la sonrisa de cervezas,
y las tardes-noches de corridas y carreras.

Te echo de menos y mi manera de hacerlo
es escribir hasta tocarte,
hasta acercar mi idea de ti, a mi,
y entonces comerte la puta boca
para que recuerdes quién eres
y qué nos gusta.

Tienes nombre de grito,
de vicio,
éramos apología al orgasmo,
y aún recuerdo cuando era más juego que mujer
y preguntaba quién podía ofrecer más que yo,
porque echaba de menos el póquer.

Fue sin querer
pero queriendo con todas nuestras fuerzas,
asumimos que mirar hacia otro lado
no hace que el tiempo se pare
y que observar con los ojos cerrados
estaba infravalorado,
que si la gente tiene la cabeza llena de pájaros,
nosotros, de lagartos.

Todos los esfuerzos por negarnos,
fueron en vano,
nos negamos tres veces antes del beso,
y nos besamos.

Dios está muerto y esta es nuestra ley:

Sólo llegaremos a ser
de aquél que no nos culpabilice por ser, estar, o parecer,
y de quien entienda
que cuidar las distancias,

no siempre significa tener que mantenerlas largas.