martes, 29 de septiembre de 2015

# El oso y la mariposa.

Calada hasta los huesos,
sin coraza,
me lanzo kamikaze a la misma derrota de siempre;
eres mi imposible volver,
mi repugnante intento fallido.

Eres un oso alzándose contra una mariposa,
y yo la mariposa que sólo besa tus heridas.

Te pedí que no volvieras y aquí, 
después de cinco años,
seguimos dando vueltas a lo mismo,
corriendo hasta el borde y frenando justo antes de caer
AL PRECIPICIO.

Gracias por desobedecerme, 
como siempre,
y volver.

Sea amor o cosificación  
al fin y al cabo siempre me alivia 
sentir que también me echas de menos,
aunque vea que tienes una vida maravillosa

en la que no me necesitas.