jueves, 8 de agosto de 2013

# Ahora sí.

Yo aquí vine a escribir sobre cosas bonitas, sobre cosas felices, lo intenté como nunca y acabé como siempre, pero en el fondo, creo que es porque dentro de la tristeza, conocí una enorme felicidad, aunque, he de aceptar, ahora sí, tras tantos años, ahora sí, que era mentira.
Era todo una autoconvicción que me negaba a revelarme.
Ni tú me quisiste tanto, ni yo te echo ya tanto de menos.

Ahora soy feliz. Soy feliz con lo que tengo, y de una vez por todas, ahora sí, sé que tengo de lo bueno, lo mejor. Que a quienes tengo, me quieren, me protegen, me cuidan, ahora sí, estoy segura, de que son ellos.

No quiero más pretéritos imperfectos, ni más condicionales simples, tampoco quiero un futuro perfecto hablando de tristezas, no quiero tiempos distintos al presente, porque es lo mejor que tengo, y porque tengo a los mejores.

Vivía con miedo a olvidar el pasado por si me olvidaba de mi misma, por si no volvía a sentir tantas cosas con tal magnitud, pero el tiempo me ha dado de repente una bofetada, y me ha gritado mirándome a los ojos, me ha dicho cuatro verdades al oído, y claro, me he dado cuenta de que es una estupidez estar atada a un pasado que sólo hace daño, que para qué, si ya no va a volver, y tampoco lo echo tanto de menos como para querer volver ahí.

Y, ahora, después de haber dormido con soledad tantas veces en mi cama, pero dentro del pecho, me he dado cuenta de que verdaderamente, tengo miedo a perder mi presente, porque, ahora sí, es mi vida, y sólo mía, y la vivo yo, y sólo yo, y ahora sí, con quien realmente me quiere, y con quien, ahora sí, realmente quiero para siempre, porque, al fin y al cabo... Nadie me ha hecho tan feliz como ellos antes.



-No de verdad-