viernes, 22 de febrero de 2013

# Shoot me

Podrán tus manos despertar a los titanes que ya encerró Zeus y enterrar tus miedos bajo mi pelo, podrán tus negativas maltratar mis esperanza, pero y qué.

Si en tanto que tu orgullo no se venza, yo puedo contemplarte sin esquemas, ni resúmenes, ni divergencias, entonces no habrá inviernos que quemen mi piel, no hará falta herir la epidermis con el frío para buscar unos labios que curen los míos, y entonces la vida será un poco más fácil, un poco más observarte, y menos buscarte.
Más empleo, y menos oficio.

Luchar por tu abecedario será solo escribirte, y mientras seas poesía siempre te versaré como si no estuviera rota.
Salvaré las maderas de este buque anclado en el arrecife de tu voz, y se tornarán tus murallas dientes de león.

Caricias funcionarán como soplidos, y venceré todas tus defensas, atravesaré todas tus puertas, te desnudaré sin quitarte la ropa, y recorreré cada punto cardinal de tu cuerpo con la afilada mirada del que ha entendido a base de golpes que se mira, pero no se toca.
Escudriñaré tus heridas, y las acunaré con la voz, no habrá supuración que no cese, ni cicatriz que no masajee mi saliva.

Así pues, cuando tu orgullo se halla vencido, tus murallas derrumbado, tu desnudez haya sido pero sin ser, y tus heridas hayan sido paliadas, entonces, tú serás mío, pero sin ser: Y es que todos alguna vez hemos estado enamorados de alguien que no es real, aunque exista.

Y sé que cuando te des cuenta de lo frágil que te has tornado ante mi, y para el mundo, cuando comprendas la gravedad del asunto y comprendas que ahora estás indefenso y sin barreas, huirás despavorido, porque tú no quieres eso; no quieres ser frágil, ni débil, ni sentir necesidad, siempre serás de los que odian amar, pero buscan ser amados.

Intentarás huir de mi, de mis brazos, mis poemas, mi historia, mi casa, mi vida, mi puerta, escapar de las noches que congelaron tu oreja mientras se calentaba tu pecho en horas muertas, querrás desaparecer de todo lo que te imante a mi. Correrás sin dirección y sin objetivo porque no quieres irte, pero sabes que no te queda otra, jamás tu persona podrá lucir una flecha en el alma, no sería decoroso que alguien tan como tú, se dejara aprisionar por alguien tan como yo.

Y entonces me apuntarás al pecho, con la rabia en las manos pero la súplica en los ojos, y te diré:

— Amor es no quitarse cuando te disparan. Apunta, que no voy a moverme.