miércoles, 5 de febrero de 2014

# Standby.

Rompo todo lo que toco y soy consciente de ello.
Veo mi vida con cualquiera porque en realidad me siento sola con todos.
Sé lo mucho que tengo, y lo poco que me llena.
Resumiendo, el problema siempre soy yo.

Es como sentir que todo el mundo tiene un hogar,
un lugar al que volver.
un destino.
algo,
excepto yo.

Es ese sentimiento eterno de no encajar en ningún lugar, de no pertenecer a nada, que me lleva comiendo terreno desde que recuerdo.
No sé de donde vino, no sé cómo llegó, pero no tengo recuerdo en el que el "NO SIRVES PARA NADA" no habitara en mi, ni día de mi vida en el que no me ronde la cabeza.

Y creédme que duele mucho esto de estar llena de vacío y remiendos y descosidos, lo de bajarte los pantalones y ver las cicatrices.
Lo de llorar frente a espejo y querer acabar con todo,
un día sí, y otro también,
pero ir con la sonrisa pegada porque nadie tiene que saberlo.

Estoy pegándole dentelladas al tiempo,
estoy gritándole a mi alma,
estoy rompiendo mi entereza,
pero nada.

Y siempre he sido muy de auto-castigos, 
-no sé muy bien por qué-
pero creo que se me ha ido de las manos.

Y lo peor es que ahora mismo,
quiero que se me vaya más.


Porque no me importaría si quiera,
que quien se fuese del todo,
fuera yo,
y fuera ya.