miércoles, 25 de noviembre de 2015

# Eres inmortal.

Sabía que no iba a encontrar a alguien que me llenara como tú,
lo que no sabía es que yo iba a ser tan ciega como para no ver que al amor de mi vida
lo tenía en frente.

Y tú te quedaste delante, mirándome,
hasta que las cosas se pusieran difíciles de verdad.

Sé que soy un puto lío, pero... Cómo nos gustaba antes enredarnos en la cama y que tu cuerpo fuera una prolongación del mío.

Simplemente, perdiste el apetito, supongo.

He decidido dejarte volar porque dicen que "si alguna vez fue tuyo, déjalo libre, si vuelve, es tuyo, si no, nunca lo fue", y quiero que te quieras y disfrutes y si debe ser así, me quieras de nuevo.

Te espero en el lugar de siempre, donde empezó todo, ¿me crees ahora cuando te susurraba que lo más bonito de Madrid eres tú?, ¿que escogí Madrid por ti?

Pero es lógico que quieras estar sin mi.
No te culpo.

Recuerda, te quiero, estás inmerso en cada cosa que escribo, en cada día que respiro.

Dejarte volar no significa que no te eche de menos y que no te quiera,
dejar de recaer no implica dejar de desear
y te juro que te deseo, amor,
te deseo como la luz desea al ciego.

Y tampoco me culpo por este viaje por el fango,
esta guarida en el subsuelo,
no me culpo por correr hacía ti y de levantarme
una y otra vez
por mucho que me apartes
porque estaba enamorada.

Perdidamente, de hecho,
lo sigo estando

I just wanna be yours.
Te espero en el mismo punto cardinal donde me enamoré de ti.
Te quiero.