Perpetrar
este nuevo intento íntimo e ínfimo,
embustero
y volátil, dilatado hasta el extremo,
no
es más que el miedo a salir a la luz,
y
nunca le tuve respeto a la oscuridad
hasta
que me descubrí mordiendo huesos.
No
es más que el mar buscando su barco
en
lugar del marinero surcando su sueño
Estoy
rodeada de limones pariendo su zumo sobre ojos y sesos,
de
paredes de mármol y suelos de hielo
junto
a la fulana esquina que llevaba a nuestro refugio clandestino,
donde
todo el abecedario era una conspiración para encontrarnos.
Hice
de mi plan B una repetición constante e ilimitada del plan A,
y
todos mis planes llevaban al mismo cuerpo,
y
todos los cuerpos respondían a tu mismo nombre.
Hablo
en la tercera persona y con todos los plurales
que
dan los años y estos fracasos malheridos
vendidos
al precio más bajo,
a
cambio de un par de besos
de
tu boca,
a
bocajarro.
Yo
sólo quería que me quisieras,
como
no quieres querer a nadie,
por
miedo,
a
que al final,
quisieras
quedarte.
Viste todo este desastre y no huiste,
huí yo cuando vi que tú no lo hacías,
y si ha habido alguna vez una mujer equivocada,
esa,
he sido yo.
Lo siento tanto amor, tanto tanto...
Te quiero tanto, amor, te quiero tanto...